Para los aborígenes el drago canario tenía propiedades mágicas. En la Antigua Roma y en la Edad Media también era considerado un árbol mágico. Su savia, que adquiría un color rojo en contacto con el aire («sangre de drago»), se comercializaba debido a sus propiedades medicinales y a su uso en tintes y barnices.
Algunos se refieren a la savia del drago como el elixir de la eterna juventud, siendo esta una buena tensora de la piel, quitando las manchas de pigmentación que podamos tener en nuestra piel.
DRAGO CANARIO,